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M e l a n c o l í a · d e · J a s ó n · h i j o · d e · C l e a n d r o ,
p o e t a : e n · K o m a g i n e , 5 9 5 · D . C .

El envejecimiento de mi cuerpo y mi figura
es una llaga de horrible puñal.
No tengo resignación alguna.
A ti recurro, Arte de la Poesía,
que algo conoces de remedios:
intentos de adormecer el dolor, en Fantasía y Verbo.

Es una llaga de horrible puñal.-
Tus remedios tráeme, Arte de la Poesía,
que hacen –por un poco de tiempo- que no se sienta la herida.

1918-1921 - Versión de Miguel Castillo Didier

B e l l a s · f l o r e s · b l a n c a s · q u e · a r m o n i z a b a n · b i e n

Entró al café donde siempre iban juntos.
Allí su amigo le había dicho tres meses atrás.
"No tenemos ni una moneda. Somos dos muchachos pobres,
arruinados yendo a lugares baratos.
Te digo claramente, no quiero que sigamos juntos.
Debes saberlo hay otro que me busca."
El otro le había prometidos dos trajes y algunos
pañuelos de seda. Se esforzó mucho
para reconquistar a su amigo, y consiguió veinte libras.
Así su amigo volvió con él, por las veinte libras,
pero también, por la vieja amistad,
por el viejo cariño, y por el profundo sentimiento que los unía.
El "otro" era un mentiroso, un verdadero canalla;
tan sólo un traje le regaló, luego
de mucho insistir, y rogar.

Pero ahora no necesita trajes,
ni tampoco pañuelos de seda,
ni veinte libras, ni veinte monedas.

El domingo lo enterraron, a las diez de la mañana.
El domingo lo enterraron: hace ya casi una semana.

Sobre su ataúd barato le puso flores,
bellas flores blancas que armonizaban bien
con la belleza de sus veintidós años.

Cuando volvió al café una noche - surgió un trabajo,
una necesidad vital - un cuchillo en el pecho fue
el oscuro café donde siempre iban juntos.

1929 - Versión de Nina Anghelidis

C o m p r e n s i ó n

Los años de mi juventud, mi vida placentera,
cómo comprendo ahora claramente su sentido.

Qué inútiles arrepentimientos, qué vanos...
Pero entonces no comprendía su sentido.

En el curso de mi juventud disoluta
tomaban forma los proyectos de mi poesía,
se perfilaba el contorno de mi arte.

Por eso los arrepentimientos no eran algo constante.
Y los propósitos de vencerme y de cambiar
duraban dos semanas a lo sumo.

1915-1918 - Versión de Carlos Miralles

F u i

Nada me contuvo. Liberado completamente fui.
Hacia los goces, poco reales,
poco elaborados que creó mi espíritu,
fui en medio de la noche iluminada.
Y bebí vinos fuertes, tal como
beben los valientes del placer.

1905-1913 - Versión de Nina Anghelidis